sábado, 30 de octubre de 2010

¿Que hemos aprendido de la crisis financiera?


 
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que en setiembre del 2008 se daba a conocer a través de los medios la caída inminente del mercado hipotecario norteamericano y con esto la caída aparatosa de Freddie Mac y Fannie Mae, históricas y tradicionales instituciones crediticias estadounidenses que concentraban su cartera crediticia en hipotecas. También recordemos el primer paquete de ayuda del gobierno norteamericano para “detener” según ellos los efectos nocivos de esta crisis, fueron cerca de 700 mil millones de dólares, cinco veces más que todo el PBI peruano de dicho año. Con todo esto y con lo que al parecer fuera el término de la crisis el costo más notable son los más de 5 millones de nuevos desempleados sólo en Estados Unidos (en "The cost of the Financial Crisis" de Phillips Swagel. The PEW Economic Policy Group)

Para Europa la crisis aún no termina, ya durante el presente año ha visto como su economía se resentía ante los embates de los abultados déficits fiscales dejando muy serias dudas sobre la estabilidad del Euro, el mismo que representaba el acuerdo monetario más importante de la historia económica mundial. La falla en la coordinación de políticas fiscales y monetarias, pero principalmente la debilidad de los compromisos fiscales, hizo que muchas economías tambaleen y enfrenten escenarios con recortes de gasto y elevado desempleo, lo que hace presagiar que el camino de la recuperación en Europa, será aun más largo de lo que se esperaba. 
 
En este escenario donde los costos en desempleo y riqueza han sido y siguen siendo altos, debemos pensar en el rol del economista como científico social y como hacedor de política. Una de las primeras cosas que enseñamos a nuestros alumnos es que la economía es una ciencia social y como tal el proceso de experimentación es una tarea muy difícil y hasta imposible. Estos años de crisis financiera deben servirnos a nosotros como docentes para explicar y tomar casos concretos sobre la evolución y relevancia de la teoría y como esta debe utilizarse para el análisis de los hechos económicos. Es indudable que un escenario como el actual no puede ni debe repetirse, pero es evidente también que debemos sacarle provecho. Comparemos y leamos la historia actual frente a nuestros libros, alimentemos de los hechos diarios, sepamos que se está discutiendo, no miremos atrás nuevamente, comprendamos y propongamos alternativas de acción antes que una nueva crisis nos afecte.
¿Qué debemos aprender nosotros de lo sucedido? En primer lugar, que  siempre hay que estar atentos en lo económico, anticipar y hacer reformas antes que las crisis sucedan o peor aún, antes que nos sucedan a nosotros. Mejorar nuestra relación con el exterior pero más importante aun es consolidar las reformas internas que permitan asegurar una conducta idónea de las instituciones económicas fundamentales de nuestro país. En este sentido tengo una propuesta sencilla y está asociada al sistema de elección del directorio del Banco Central de Reserva (BCRP). El sistema de elección del directorio del BCRP, es un tema  primordial, debiéndose desligar el ciclo político con el proceso de renovación del directorio, pero más importante aún es el de establecer requisitos mínimos para poder ser miembro del mismo.  Un conocimiento profundo de la economía y de cómo esta funciona, pero sobre todo experiencia en temas de política monetaria deberían ser requisitos fundamentales.


Luis Enrique Camacho Beas
Docente e Investigador
Facultad de Economía

miércoles, 2 de junio de 2010

Trabajos para cerrar la fuga de petroleo de BP (en vivo)

http://www.bp.com/liveassets/bp_internet/globalbp/globalbp_uk_english/homepage/STAGING/local_assets/bp_homepage/html/rov_stream.html

sábado, 29 de mayo de 2010

El Euro, su debilidad y que deberíamos anticipar

El Euro como lo conocemos significó por mucho tiempo un de los ejemplos de cómo se suponía podía hacerse política económica responsable, como consecuencia del manejo de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo y por las estrictas reglas fiscales y de endeudamiento público impuestas a los países que lo adoptaron. ¿Pero que pasa ahora? Primero Grecia, luego España y ahora hay una serie de países candidatos a enfrentar turbulencias económicas tan fuertes que es de esperarse una reducción en la actividad económica en las aún bastante golpeadas economías europeas. Desde el 1.51 dólares por euro, alcanzado en el mes de noviembre del 2009 hasta hoy que llega al 1.21 dólares por euro, este ha perdido cerca de 25% de su valor, reflejando la desconfianza que los agentes económicos tienen en la región. Muchas veces hablamos y destacamos la importancia de tener un banco central independiente y que se guie por una meta que sea clara y tan transparente que permita a los agentes reaccionar de manera apropiada a los estímulos de la autoridad monetaria. Sin embargo en este caso sucede algo interesante, ha sido la política fiscal la que ha generado todos los pánicos posibles, ya que esta es independiente en cada país miembro. Los países que tomaron al Euro como moneda deben seguir reglas de conducta en términos de política fiscal que sin embargo parecen no haber funcionado. Son dos requisitos básicos y sencillos, el primero es no tener más de un 60% del producto como deuda pública y no tener más de un 3% del producto como déficit fiscal. De los 11 años del euro solo dos países lograron cumplir estas metas TODOS los años, que son Luxemburgo y Finlandia, que no son ni los más grandes no los más industrializados. Bélgica, Italia, Grecia y Austria nunca lograron cumplir la meta del 60% de deuda durante los 11 años, sin embargo la meta del 3% del déficit fiscal es la que más frecuentemente se cumplió. El escenario se complica más si se analiza que hay países en la zona del Euro que avanzan a ritmos distintos, es así que ante un escenario de de recuperación incipiente en ciertos países ya evalúan pisar el freno en lo que referente al estimulo fiscal, sin embargo la pregunta es: ¿será capaz el Banco Central Europeo, en un escenario donde los países se encuentran en etapas tan distintas de su desempeño económico, poner el freno al estimulo monetario, es decir incrementar la tasa de interés?

La historia financiera mundial rescata que luego de la aparición de una crisis financiera por lo general esta viene acompañada de una nueva en el mediano plazo. Que debería pasar entonces: Primero lo más probable es que la zona euro se ponga muchos más estricta en el manejo de la política fiscal, lo que presionaría fuertemente a los países que incurrieron en incumplimientos de las metas de deuda y déficit. En segundo lugar si esto es difícil de lograr (por el alto costo político), lo más probable es que veamos en el mediano plazo, varios países que empiezan a repensar si la adopción del euro fue una buena idea. Como dijo Nouriel Roubini hace unas semanas, lo más probable es que el Euro sea solo para los países más grandes de la zona, con Alemania y Francia junto con Finlandia y Luxemburgo, los únicos que por ahora han logrado cumplir las metas fiscales y de endeudamiento. En España dijeron que no deberían compararla con Grecia por el nivel de deuda publica que maneja, menos del 50% del producto, sin embargo ¿qué hay de la deuda privada? Los bancos españoles enfrentan una economía con una tasa de desempleo de cerca del 20%, algo que definitivamente deberá repercutir en sus créditos hipotecarios y créditos personales. Estas son señales de debilidad del sistema financiero que el mercado no suele separar, para ellos la potencial cartera pesada y problemática del sector privado será potencialmente respaldada por el gobierno elevando el nivel potencial de deuda pública a niveles mucho más altos que el 50% actual; entonces el mercado no se equivoca con esto, sólo funciona de manera racional.

El tema hoy es que ya no debemos preocuparnos porque país será el siguiente en caer y como esto puede afectar la rapidez de una recuperación de la zona del euro. En el Perú hoy debemos anticiparnos y no negarnos la posibilidad que esta segunda parte de la crisis iniciada en el 2008, podría afectarnos de menor o mayor manera. Debemos ver mecanismos que permitan incrementar el gasto rápidamente, recordemos lo sucedido en el 2008. El inicio de la crisis del 2008 coincidía con los esfuerzos de reducción del gasto público y que para el plan de estimulo económico resultó muy difícil de dinamizar rápidamente la economía debido a las dificultades y los muchos candados existentes para evitar el despilfarro de recursos en inversión pública no productiva. ¿Estaremos frente a una nueva recesión mundial? Si es así, entonces vale la pena preguntarnos dos cosas: la primera, el gobierno tendrá la posibilidad de hacer más dinámico su gasto (o inversión)? y la segunda y que estoy seguro será la más polémica, ¿estaremos esperando demasiado de la inversión pública como única herramienta para estimular la economía en épocas de disminución en el ciclo económico?

viernes, 28 de mayo de 2010

Ahora a España le recortan su rating ....

Y la crisis sigue avanzando, lentamente el contagio se irá expandiendo cada vez más. Analicemos las razones, ya no se trata de política monetaria errada, ahora se trata de política fiscal equivocada y generadora de altos déficits. En ese caso, ¿quienes tendrán un problema similar en América? A primera vista sería Estados Unidos, sin embargo tienen la facilidad que mientras el dolar sea la moneda más importante en el mundo y se le considere como un activo de refugio de corto plazo, la crisis no los deberia afectar más fuerte que sus ya grandes problemas internos. Miremos más al sur y la cosa cambia, en Venezuela, Ecuador y Argentina la situación no pinta bien, ya que la elevada inflación en Venezuela, el problema con la refinanciación de la deuda Argentina y el alto déficit ecuatoriano, los pone en la mira de cualquier especulador. Venezuela podria tener presiones internas ya que desde fuera no es muy atractiva para invertir ni en el corto plazo (especulación) ni en el largo plazo, por lo tanto deberia preocuparse más por sus problemas de inflacion y desempleo que de un contagio directo. Si estaría más preocupado por Argentina, ya que el Banco Central actualmente tiene una limitada independencia y las presiones siempre existentes por un mayor gasto público presionará sobre la estabilidad del peso, lo que debería generar una alta volatilidad en el corto plazo. En este escenario y si el Banco Central Argentino se dedica a evitar la volatilidad, veremos una alta intervención en el mercado cambiario, afectando principalmente el nivel de reservas, junto con incrementar su nivel de riesgo.

jueves, 27 de mayo de 2010

La debilidad del Euro y que debemos esperar

El Euro como lo conocemos significó por mucho tiempo un de los ejemplos de cómo se suponía podía hacerse política económica responsable, como consecuencia del manejo de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo y por las estrictas reglas fiscales y de endeudamiento público impuestas a los países que lo adoptaron. ¿Pero que pasa ahora? Primero Grecia, luego España y ahora hay una serie de países candidatos a enfrentar turbulencias económicas tan fuertes que es de esperarse una reducción en la actividad económica en las aún bastante golpeadas economías europeas. Desde el 1.51 dólares por euro, alcanzado en el mes de noviembre del 2009 hasta hoy que llega al 1.21 dólares por euro, este ha perdido cerca de 25% de su valor, reflejando la desconfianza que los agentes económicos tienen en la región. Muchas veces hablamos y destacamos la importancia de tener un banco central independiente y que se guie por una meta que sea clara y tan transparente que permita a los agentes reaccionar de manera apropiada a los estímulos de la autoridad monetaria. Sin embargo en este caso sucede algo interesante, ha sido la política fiscal la que ha generado todos los pánicos posibles, ya que esta es independiente en cada país miembro. Los países que tomaron al Euro como moneda deben seguir reglas de conducta en términos de política fiscal que sin embargo parecen no haber funcionado. Son dos requisitos básicos y sencillos, el primero es no tener más de un 60% del producto como deuda pública y no tener más de un 3% del producto como déficit fiscal. De los 11 años del euro solo dos países lograron cumplir estas metas TODOS los años, que son Luxemburgo y Finlandia, que no son ni los más grandes no los más industrializados. Bélgica, Italia, Grecia y Austria nunca lograron cumplir la meta del 60% de deuda durante los 11 años, sin embargo la meta del 3% del déficit fiscal es la que más frecuentemente se cumplió. El escenario se complica más si se analiza que hay países en la zona del Euro que avanzan a ritmos distintos, es así que ante un escenario de de recuperación incipiente en ciertos países ya evalúan pisar el freno en lo que referente al estimulo fiscal, sin embargo la pregunta es: ¿será capaz el Banco Central Europeo, en un escenario donde los países se encuentran en etapas tan distintas de su desempeño económico, poner el freno al estimulo monetario, es decir incrementar la tasa de interés?

La historia financiera mundial rescata que luego de la aparición de una crisis financiera por lo general esta viene acompañada de una nueva en el mediano plazo. Que debería pasar entonces: Primero lo más probable es que la zona euro se ponga muchos más estricta en el manejo de la política fiscal, lo que presionaría fuertemente a los países que incurrieron en incumplimientos de las metas de deuda y déficit. En segundo lugar si esto es difícil de lograr (por el alto costo político), lo más probable es que veamos en el mediano plazo, varios países que empiezan a repensar si la adopción del euro fue una buena idea. Como dijo Nouriel Roubini hace unas semanas, lo más probable es que el Euro sea solo para los países más grandes de la zona, con Alemania y Francia junto con Finlandia y Luxemburgo, los únicos que por ahora han logrado cumplir las metas fiscales y de endeudamiento. En España dijeron que no deberían compararla con Grecia por el nivel de deuda publica que maneja, menos del 50% del producto, sin embargo ¿qué hay de la deuda privada? Los bancos españoles enfrentan una economía con una tasa de desempleo de cerca del 20%, algo que definitivamente deberá repercutir en sus créditos hipotecarios y créditos personales. Estas son señales de debilidad del sistema financiero que el mercado no suele separar, para ellos la potencial cartera pesada y problemática del sector privado será potencialmente respaldada por el gobierno elevando el nivel potencial de deuda pública a niveles mucho más altos que el 50% actual; entonces el mercado no se equivoca con esto, sólo funciona de manera racional.

El tema hoy es que ya no debemos preocuparnos porque país será el siguiente en caer y como esto puede afectar la rapidez de una recuperación de la zona del euro. En el Perú hoy debemos anticiparnos y no negarnos la posibilidad que esta segunda parte de la crisis iniciada en el 2008, podría afectarnos de menor o mayor manera. Debemos ver mecanismos que permitan incrementar el gasto rápidamente, recordemos lo sucedido en el 2008. El inicio de la crisis del 2008 coincidía con los esfuerzos de reducción del gasto público y que para el plan de estimulo económico resultó muy difícil de dinamizar rápidamente la economía debido a las dificultades y los muchos candados existentes para evitar el despilfarro de recursos en inversión pública no productiva. ¿Estaremos frente a una nueva recesión mundial? Si es así, entonces vale la pena preguntarnos dos cosas: la primera, el gobierno tendrá la posibilidad de hacer más dinámico su gasto (o inversión)? y la segunda y que estoy seguro será la más polémica, ¿estaremos esperando demasiado de la inversión pública como única herramienta para estimular la economía en épocas de disminución en el ciclo económico?

¿Se fortalecerá el dolar en el 2010?

En lo que va del año hemos sido testigos de un debilitamiento del dólar a nivel mundial. Este hecho generó una disminución constante en el tipo de cambio en distintos países, lo que ha venido acompañado de discusiones sobre el rol de la autoridad monetaria ante este escenario; donde por un lado están los que manifiestan que el banco central no debería intervenir y debe dejar que el mercado determine el valor de la moneda norteamericana, frente a los que defienden una intervención constante a fin que se pueda evitar una excesiva volatilidad en su camino descendente.

Considerando las estadísticas recientes, las que desde mi perspectivas aún son débiles señales de recuperación, sin lugar a dudas la economía norteamericana, verá en el año 2010 un mejor desempeño en lo económico, esto basado sólo en un elemento estadístico. Si ya el año 2009 será malo, es de esperarse que el 2010 no sea peor que este, por lo tanto la estadística nos da esperanza de ver un mejor desempeño a nivel agregado. Este mejor desempeño esperado, no afectará a la velocidad de contratación de mano de obra, la que con mucho esfuerzo debería empezar a recuperarse a finales del año 2010. Estos puntos, que ya en su momento se han tocado en esta columna, sólo sirven para sustentar el siguiente comentario. ¿Que sucedería el 2010 con el dólar, desde un análisis internacional?

Los hechos económicos actuales siguen demostrando una sobre reacción de las expectativas de los agentes ante aún débiles señales de recuperación. Si esa es la forma en que debemos entender el mundo global, entonces sigamos con ese mismo razonamiento para realizar el siguiente análisis. Estas débiles señales, exacerbarán entonces la recuperación económica, entendida sólo como nivel de producción, lo que hará sentir de manera ilusoria que la economía norteamericana se recupera, afectando al dólar y teniendo como consecuencia una apreciación relativa de la moneda norteamericana. Para ese momento el dólar concentrará dos características fundamentales para el inversionista que busca calidad en los activos en los que invierte, que son rentabilidad con menor riesgo.

Lo señalado en el párrafo precedente, también se puede justificar desde la perspectiva del análisis de tasas y emisiones de activos. Según la Reserva Federal, las emisiones netas de activos a tasa fija sin considerar a la FED pasaran de 843 billones de dólares en el 2009 a más de 2 mil billones de dólares para el 2010. Esto implica que la demanda por activos denominados en dólares se incrementará y como consecuencia es de esperarse que fortalezca al dólar frente a otras monedas .

También es importante ver el incremento que se ha manifestado en el retorno de los bonos a 10 años para Estado Unidos, la Zona Euro y Japón. El gráfico adjunto, muestra el incremento en el retorno de los bonos a 10 años y se ve de manera clara que han sido los bonos denominados en dólares los que han mostrado un mayor incremento, explicado principalmente por las mayores demandas de estos instrumentos como elementos de cobertura e inversión de bajo riesgo.

Lo señalado, hasta acá, es sólo un análisis parcial de lo que sería un escenario a considerar durante el 2010. Los fundamentales económicos, nos dirían que el dólar debería seguir debilitándose, sin embargo un problema de expectativas mal formadas respecto al potencial de crecimiento de corto plazo de la economía norteamericana podría afectar una adecuada percepción de los riesgos y es en base a esa errada percepción de riesgo, que este análisis se realiza.

Adicionalmente, hay que considerar que este análisis se ha centrado únicamente en factores externos al Perú, por lo que si se quisiera analizar como se comportará el tipo de cambio en el Perú, habría que hacer un análisis de comparación relativa entre el desempeño de nuestra economía y la economía de Estados Unidos.

El Banco Central y el tipo de Cambio

Durante las últimas semanas hemos sido testigos de las constantes intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario. La historia suele repetirse cada vez que esto sucede, ya que siempre se levantan voces y se discute si las intervenciones en el mercado cambiario son necesarias o simplemente el Banco Central debe de respetar lo que el mercado determina, incluso en su reciente visita al Perú, Nicolás Eyzaguirre, propone que el Banco Central debería dejar flotar libremente al tipo de cambio; es decir las opiniones sobre este tema aparecen tanto desde el frente interno como externo.

El Banco Central justifica sus intervenciones en el mercado cambiario, argumentando que él no busca cambiar la tendencia en la determinación de su valor, pero si busca evitar las marcada variaciones del mismo en periodos muy cortos de tiempo; como muchas veces he señalado, es distinto que el tipo de cambio pase de S/.3.00 a S/.2.80 en un periodo de 5 años a que suceda lo mismo en un periodo de una semana, donde claramente el segundo caso marcaría un cambio brusco en el comportamiento de la moneda norteamericana, lo que se reflejaría en un mayor volatilidad y desde la perspectiva de nuestra autoridad monetaria se justificaría su intervención.

Una vez iniciada la crisis financiera en setiembre del 2008, el dólar se convirtió en una moneda de refugio a nivel mundial, permitiendo que el valor del dólar escalara rápidamente en términos de su valor relativo frente a otras monedas. Esta búsqueda de la calidad en activos que puedan mantener su valor en una etapa de incertidumbre se justifica principalmente en la credibilidad que la Reserva Federal le dio a la moneda norteamericana. Esto es lo que se aprecia en los gráficos adjuntos. Setiembre se convierte en el mes en donde el dólar se vuelve en la moneda de refugio a nivel mundial, siendo algo que al menos en el corto plazo era justificable, ya que la información sobre los alcances mundiales de la crisis eran aún desconocidos.

Como se ha visto, con el paso de los meses y a poco más de un año de ocurrida la crisis financiera, la recomposición de preferencias se ha dado de manera que han empezado a primar los fundamentos económicos en lugar de la incertidumbre. Como era de esperarse, y ya pasada la tempestad, los fundamentales económicos básicos, como tasa esperada de crecimiento, inflación, desempleo y balance fiscal y externo, determinan en mejor medida el comportamiento de una variable como el tipo de cambio. Como se aprecia en los gráficos mostrados, las economías de la región han mostrado un desempeño, que en términos relativos, ha evidenciado una solidez económica superior a las de economías desarrolladas que se han visto mucho más afectadas por la crisis financiera internacional.

En base a lo señalado anteriormente, es de esperarse que el Banco Central siga interviniendo en el mercado cambiario, sin embargo, con las primeras muestras de recuperación de la actividad económica norteamericana para este último trimestre , podemos intuir que el ritmo de estas intervenciones debería reducirse en el futuro. Si la actividad económica en Estados Unidos se fortalece hacia una nueva tendencia de expansión sostenida, entonces debemos esperar que empiecen nuevas criticas hacia el Banco Central, basadas en un potencial comportamiento comprador en el mercado cambiario local y ya no de vendedor como lo es actualmente y retomaremos nuevamente el debate de ¿cuál es el nivel óptimo de reservas? y volveremos a analizar el rol del Banco Central y así sucesivamente.

Impulso público y déficit fiscal: hasta donde se deb llegar?

Lo que es claro durante la evolución de esta crisis, es lo importante y necesario que ha resultado el esfuerzo fiscal para contrarrestar los efectos de la desaceleración de la economía. Actualmente nadie niega que el impulso fiscal estará presente al menos en las economías desarrolladas hasta el año 2011, sin embargo, empiezan a aparecer voces que mencionan que se debe determinar con mucho cuidado cuanto tiempo más debe durar este impulso; ya que de no revertirse a tiempo puede afectar considerablemente la sostenibilidad de las cuentas fiscales pero aún más importante podría generar un efecto inflacionario incrementando las posibilidades de elevar las tasas de interés, elemento que en un escenario de recuperación económica y con cuentas financieras sensibles en el sector privado afectaría de manera muy importante las decisiones de consumo e inversión, retrasando un despegue vigoroso de las economías.

El manejo del gasto público ha generado fuertes desequilibrios en las cuentas fiscales, en la medida que se busca reducir la fluctuación del producto frente a su nivel potencial. Como sabemos, un desvío fuerte del producto frente a su nivel potencial, se traduce principalmente en una reducción considerable del nivel de empleo, lo que afecta el nivel de bienestar de la sociedad. En las economías avanzadas, dicho impulso fiscal ha hecho que durante el año 2009 el déficit fiscal se ubique cerca del 9% del producto y se proyecta que para el 2010 éste se ubique cerca del 8% del producto.

En los Estados Unidos, el esfuerzo fiscal ha implicado niveles de déficit mucho más elevados, es así que para el año 2009 se proyectó que el déficit fiscal representará del 12.5% del producto y que para el 2010 representará el 10% del mismo. Sin embargo en el caso de la economía norteamericana podemos mencionar que se está empezando a dar lo que en economía llamamos el efecto “Crowding Out” donde las decisiones privadas de consumo e inversión son desplazadas por el efecto del incremento del gasto público, con la diferencia que dicho efecto se da en la medida que el incremento de tasas de interés influye sobre esas decisiones.


El impulso fiscal debería empezar a reducirse en la medida que el consumo y la inversión empiecen a reactivarse de manera que el gasto público empiece a ser menos relevante. Este es, como se dijo inicialmente un problema de “timing”, es decir elegir el momento oportuno para que la economía pueda desempeñarse sin ayuda. En el caso de la economía norteamericana esto no parece que sea pronto, ya que el mercado crediticio aún no responde, al menos en términos de flujos netos de crédito, estos siguen siendo negativos para el segundo trimestre del 2009. En otras palabras, de no reactivarse el mercado crediticio en Estados Unidos deberíamos esperar aún una fuerte participación del gasto público como elemento dinamizador de la economía.

El debate sobre el momento oportuno de retirar el impulso fiscal, recién empieza, pero además tiene muchas variantes, ya depende mucho también de la dinámica del sector financiero, del grado de apertura económica y de la importancia relativa de la economía frente al resto del mundo. Por lo pronto parece que la pregunta del titulo quedaría resuelta, sin embargo surge una nueva duda que esperamos abordar en el futuro ¿hasta donde se puede llegar?

La Actual Crisis Financiera


El Perú después de la crisis financiera internacional es otro. Antes de ésta, crecíamos a tasas aceleradas y el entusiasmos nos embargaba, al punto de llegar a considerarnos un nuevo milagro económico si lográbamos mantener ese ritmo de crecimiento por lo próximos años. Pero llegó la crisis, y la cosa cambió drásticamente, al punto que este año las proyecciones más entusiastas nos dicen que creceremos a tasas cercanos al 1.5%. No hay duda que la actual crisis financiera, de la que se afirma que “ya tocó fondo”, ha cambiado de manera importante no sólo al mercado financiero mundial sino que también a las relaciones económicas que en el futuro tendrán los países, y tal como sucede con las personas, las crisis sólo son los inicios de grandes cambios. Es indispensable entender desde un inicio, que esta crisis no es la primera y que mucho menos será la última. La macroeconomía ha tenido un empujón fuerte con esto, ya que esta crisis ha servido para evaluar los conocimientos desarrollos en la profesión durante los últimos años, evidenciando además la necesidad de hacer cambios (o reforzarlos) en el diseño de políticas e instituciones.

A esta altura, aún se trata de entender como no se pudo anticipar los altísimos costos reales empleo y producción) que tendría el desplome del mercado financiero internacional. En muchos casos parece que se le cargo mucha responsabilidad a la política monetaria en su rol de determinación de los ciclos económicos pero sobre todo en su rol de evitar las excesivas fluctuaciones del ciclo económico. En fin, pueden darse explicaciones, algunas más elaboradas que otras pero lo que es cierto, es que esta no será la ultima crisis financiera que se viva mundialmente. Ante esta realidad es necesario ponerse a pensar entonces, antes de mostrar excesivo entusiasmo en aún débiles y no concluyentes señales de reactivación mundial, en lo que desde mi perspectiva es más importante, evitar el rebote de la crisis en el mediano plazo, que retenga aún las posibilidades de recuperación mundial y de países como el nuestro.

Pueden decirse que existe pesimismo en mi visión del futuro, pero lo que refleja mi opinión es incertidumbre,  principalmente sobre el futuro económico mundial y eso se sustenta en la historia y en los hechos. La historia financiera mundial rescata que luego de la aparición de una crisis financiera por lo general esta viene acompañada de una nueva en el mediano plazo. El hecho radica ahora entonces en si podemos evitar que se repita la historia. Podemos analizar señales, pero no hay modelos económicos que puedan predecir exactamente si esto ocurrirá, sólo son probabilidades. En un artículo publicado en el 2004 por el FMI, se determinó que las advertencias de crisis que efectivamente terminaron en crisis fueron 333 casos. Sin embargo las veces que se advertía de la llegada de una crisis sin que esta ocurra superaban los 800 casos, por lo tanto es claro que aun nos falta mucho por saber sobre la ocurrencia de las mismas. Si es así deberíamos considerar los argumentos de Ricardo Caballero del MIT cuando menciona que “siempre el factor sorpresa e incertidumbre resulta ser muy importante para el inicio de una crisis”. Muchos dirán que esta crisis se advertía por las señales del mercado hipotecas de Estados Unidos, pero también es cierto que la magnitud de sus efectos ni siquiera se llegó a calcular en las más optimistas proyecciones económicas de los hacedores política de esta parte del mundo. Los pronósticos de crecimiento para este año cambiaron tantas veces como reportes de inflación o de estabilidad financiera aparecían en el mercado y no me refiero sólo al Perú, veamos a Chile, Colombia, y lo mismo se repetía en Europa y en África.
Podemos concluir entonces que, a pesar del análisis de todas las variables económicas que queramos hacer, y todos los modelos que nosotros los economistas hagamos, siempre la incertidumbre será un factor fundamental al momento de hacer política económica, entonces hay que buscar un modelo de crecimiento que sea sostenible, que brinde oportunidades pero también seguridades y estas son las funciones principales que deben enmarcar todas las acciones de los hacedores de política.



sábado, 31 de marzo de 2007

Algunas ideas entorno al análisis económico de la corrupción

El análisis de la relación existente entre la corrupción y la economía no es algo nuevo y mucho menos queremos con este artículo marcar un nuevo rumbo en la investigación económica; sin embargo, nuestra intención es poner en claro que la economía, como ciencia social, también abarca muchos aspectos de la interrelación entre individuos, sociedad y gobierno que algunas veces dejamos de lado.La corrupción es uno de los más grandes y generalizados problemas de la sociedad moderna y esta no es excluyente de ningún país. Desde el punto de vista económico la corrupción se da tanto en el sector público como en el privado; sin embargo, los efectos sobre el bienestar general de la sociedad son claramente distintos en ambos casos. La corrupción en el sector privado afecta la renta de alguno de los agentes participantes, por lo que los efectos sobre el bienestar de la sociedad en general se limitan. Además, en la medida en que se afecten las rentas privadas se generarían mecanismos de defensa privados, de tal manera que los mismos agentes rompan en cierto momento el ciclo de corrupción. Por otro lado, el proceso de corrupción que involucra al funcionario público ha generado en las investigaciones económicas las más variadas hipótesis sobre sus efectos en el bienestar general. La percepción más generalizada indicaría que la corrupción reduce la efectividad y calidad de las políticas económicas y sociales, afectando la inversión, el crecimiento, la igualdad, la distribución del ingreso y, en general, el bienestar económico, pues se genera un mayor costo para la sociedad en su intento por alcanzar sus objetivos. En este caso, la corrupción afecta directamente a la sociedad y al Estado. A la sociedad (empresas, individuos e instituciones), porque se le exige recursos adicionales para lograr sus objetivos, los que están bloqueados por el poder del agente corruptor. Para el gobierno, el costo de la corrupción es doble, dado que genera, en primer lugar, un desvío de recursos destinados al Estado hacia el agente corruptor, en la medida en que este se apodera de parte de los pagos de los agentes privados y, en segundo lugar, retrae recursos del fisco para el proceso de la lucha contra la misma corrupción. ¿Quien inicia el proceso corruptor? Desde nuestro punto de vista, esta no constituye una pregunta central, pues el agente que inicia el proceso corruptor puede pertenecer al sector público o al privado. Y no resulta relevante si se considera que en todo proceso de corrupción la perjudicada es, al fin y al cabo, la sociedad y el bienestar general de ésta. Lo relevante es preguntarse qué determina el inicio de la corrupción en una sociedad. Ante esta interrogante algunos autores señalan que es la excesiva y muchas veces la incorrecta regulación de los mercados, por parte del Estado, es la que permite a los funcionarios públicos capturar aquellas rentas que se derivan de las restricciones impuestas por las regulaciones. Dado lo anterior, y según el FMI, los tipos de regulaciones que más han propiciado los procesos de corrupción, han sido las restricciones comerciales, los subsidios del gobierno, el control de precios, la existencia de tipos de cambio múltiples y los procesos de asignación de los recursos naturales. En este sentido, el potencial corrupto puede aprovechar las características de un mercado controlado y puede apropiarse de parte del exceso de renta generada en dicho mercado. Queda claro, pues, que en el proceso de corrupción estarían involucrados necesariamente tanto el funcionario público como el privado, donde el primero recibiría parte de los excesos de renta generados por el segundo.