sábado, 29 de mayo de 2010

El Euro, su debilidad y que deberíamos anticipar

El Euro como lo conocemos significó por mucho tiempo un de los ejemplos de cómo se suponía podía hacerse política económica responsable, como consecuencia del manejo de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo y por las estrictas reglas fiscales y de endeudamiento público impuestas a los países que lo adoptaron. ¿Pero que pasa ahora? Primero Grecia, luego España y ahora hay una serie de países candidatos a enfrentar turbulencias económicas tan fuertes que es de esperarse una reducción en la actividad económica en las aún bastante golpeadas economías europeas. Desde el 1.51 dólares por euro, alcanzado en el mes de noviembre del 2009 hasta hoy que llega al 1.21 dólares por euro, este ha perdido cerca de 25% de su valor, reflejando la desconfianza que los agentes económicos tienen en la región. Muchas veces hablamos y destacamos la importancia de tener un banco central independiente y que se guie por una meta que sea clara y tan transparente que permita a los agentes reaccionar de manera apropiada a los estímulos de la autoridad monetaria. Sin embargo en este caso sucede algo interesante, ha sido la política fiscal la que ha generado todos los pánicos posibles, ya que esta es independiente en cada país miembro. Los países que tomaron al Euro como moneda deben seguir reglas de conducta en términos de política fiscal que sin embargo parecen no haber funcionado. Son dos requisitos básicos y sencillos, el primero es no tener más de un 60% del producto como deuda pública y no tener más de un 3% del producto como déficit fiscal. De los 11 años del euro solo dos países lograron cumplir estas metas TODOS los años, que son Luxemburgo y Finlandia, que no son ni los más grandes no los más industrializados. Bélgica, Italia, Grecia y Austria nunca lograron cumplir la meta del 60% de deuda durante los 11 años, sin embargo la meta del 3% del déficit fiscal es la que más frecuentemente se cumplió. El escenario se complica más si se analiza que hay países en la zona del Euro que avanzan a ritmos distintos, es así que ante un escenario de de recuperación incipiente en ciertos países ya evalúan pisar el freno en lo que referente al estimulo fiscal, sin embargo la pregunta es: ¿será capaz el Banco Central Europeo, en un escenario donde los países se encuentran en etapas tan distintas de su desempeño económico, poner el freno al estimulo monetario, es decir incrementar la tasa de interés?

La historia financiera mundial rescata que luego de la aparición de una crisis financiera por lo general esta viene acompañada de una nueva en el mediano plazo. Que debería pasar entonces: Primero lo más probable es que la zona euro se ponga muchos más estricta en el manejo de la política fiscal, lo que presionaría fuertemente a los países que incurrieron en incumplimientos de las metas de deuda y déficit. En segundo lugar si esto es difícil de lograr (por el alto costo político), lo más probable es que veamos en el mediano plazo, varios países que empiezan a repensar si la adopción del euro fue una buena idea. Como dijo Nouriel Roubini hace unas semanas, lo más probable es que el Euro sea solo para los países más grandes de la zona, con Alemania y Francia junto con Finlandia y Luxemburgo, los únicos que por ahora han logrado cumplir las metas fiscales y de endeudamiento. En España dijeron que no deberían compararla con Grecia por el nivel de deuda publica que maneja, menos del 50% del producto, sin embargo ¿qué hay de la deuda privada? Los bancos españoles enfrentan una economía con una tasa de desempleo de cerca del 20%, algo que definitivamente deberá repercutir en sus créditos hipotecarios y créditos personales. Estas son señales de debilidad del sistema financiero que el mercado no suele separar, para ellos la potencial cartera pesada y problemática del sector privado será potencialmente respaldada por el gobierno elevando el nivel potencial de deuda pública a niveles mucho más altos que el 50% actual; entonces el mercado no se equivoca con esto, sólo funciona de manera racional.

El tema hoy es que ya no debemos preocuparnos porque país será el siguiente en caer y como esto puede afectar la rapidez de una recuperación de la zona del euro. En el Perú hoy debemos anticiparnos y no negarnos la posibilidad que esta segunda parte de la crisis iniciada en el 2008, podría afectarnos de menor o mayor manera. Debemos ver mecanismos que permitan incrementar el gasto rápidamente, recordemos lo sucedido en el 2008. El inicio de la crisis del 2008 coincidía con los esfuerzos de reducción del gasto público y que para el plan de estimulo económico resultó muy difícil de dinamizar rápidamente la economía debido a las dificultades y los muchos candados existentes para evitar el despilfarro de recursos en inversión pública no productiva. ¿Estaremos frente a una nueva recesión mundial? Si es así, entonces vale la pena preguntarnos dos cosas: la primera, el gobierno tendrá la posibilidad de hacer más dinámico su gasto (o inversión)? y la segunda y que estoy seguro será la más polémica, ¿estaremos esperando demasiado de la inversión pública como única herramienta para estimular la economía en épocas de disminución en el ciclo económico?

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